2 may 2010

Borges....

EL LABERINTO Y LAS DIMENSIONES DEL TIEMPO

En Borges el laberinto es algo más que un símbolo, en ocasiones se convierte en verdadero eje del relato, en el elemento estructural del mismo.

Toda la obra borgiana gira en torno al laberinto. Borges afirmaba que sus pesadillas más recurrentes eran el laberinto y el espejo, dos simbolos que, en suma, se limitan a lo mismo, pues "bastan dos espejos opuestos para construir un laberinto". ¿Qué es el laberinto en Borges? A veces una imagen del universo o de la forma en que la humanidad ve al universo, una imagen de la cultura humana, un lugar para perder a los hombres, una expresión del caos, una expresión del orden, lo que no puede comprenderse, la escritura de Dios, lo inhumano, los rigores de la lógica, la razón, etc.

En "La Biblioteca de Babel", Borges construye una fascinante alegoría en la que parece expresarse la condición esencial del hombre. Ésta podría ser entendida como la condición de un ser que se encuentra perdido de manera irremediable en un universo extrañamente caótico, en el que se siente tremendamente angustiado por el flujo de una temporalidad que lo envuelve y lo aniquila. La Biblioteca de Babel es un monstruoso laberinto que alude al infinito y al caos. Por sus inagotables corredores y galerías vagaría el hombre en busca de explicaciones y justificación. Encontramos numerosas referencias a la vastedad de ámbitos tanto espaciales como temporales: "yo afirmo que la Biblioteca es interminable"; "la Biblioteca existe ab aeterno"; "la Biblioteca es tan enorme que toda reducción de origen humano resulta infinitesimal"; "... la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita..."; "...digo que no es ilógico pensar que el mundo es infinito"; "...el dictamen clásico: la Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible."

Pero también parece encontrarse Dios subyaciendo bajo las formas de la esfera y del círculo en que se transfiguran mágicamente tanto los hexágonos como los libros de esta biblioteca-universo, cuya presencia nos aproxima simbólicamente al sentido de lo inabarcable: "Yo afirmo que la Biblioteca es interminable. Los idealistas arguyen que las salas hexagonales son una forma necesaria del espacio absoluto, o por lo menos de nuestra intuición del espacio. Razonan que es imposible una sala triangular o pentagonal. (Los místicos pretenden que el éxtasis les revela una cámara circular con un gran libro circular de tomo continuo, que da toda la vuelta de las paredes. Ese libro cíclico es Dios)."

Esta Biblioteca de Babel, surgida a partir de la descripcion matemática fundamentada en un calculo probabilístico y en el convencimiento de que los veinticinco signos del alfabeto producen un número finito de combinaciones, desemboca en último término en una errar cíclico al interior de un terrible laberinto que consume a la especie humana y la pone al borde de su próxima extinción. "A cada uno de los muros de cada hexágono corresponden cinco anaqueles; cada anaquel encierra treinta y dos libros de formato uniforme; cada libro es de cuatrocientas diez páginas; cada página de cuarenta renglones, cada renglón, de unas ochenta letras de color negro." Concluye Borges su relato con las siguientes palabras: "Yo me atrevo a insinuar esta solución del antiguo problema: La biblioteca es ilimitada y periódica. Si un eterno viajero la atravesara en cualquier direccion, comprobaría al cabo de los siglos que los mismos volúmenes se repiten en el mismo desorden (que, repetido, sería un orden: el Orden)."

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